Ruth Beitia: «El dopaje me robó el momento más feliz de mi vida»

La vida de Ruth Beitia (Santander, 1979) ha cambiado mucho desde que decidiera poner punto y final a una gloriosa carrera deportiva como saltadora de altura. El histórico oro en los Juegos Olímpicos de Tokio fue el colofón a años de sacrificio y competitividad junto a su 50%, un Ramón Torralbo al que rinde constante homenaje en sus palabras. La ex atleta y ex política dedica ahora parte de su tiempo a la enseñanza, y atiende a OKDIARIO para charlar de deporte, mujeres o dopaje en una etapa del confinamiento que asegura llevar de la mejor forma posible.

Pregunta. ¿Cómo está llevando el confinamiento?

Respuesta: La verdad es que lo estoy llevando bastante bien. Tengo un poco más de tiempo para mí, estoy teletrabajando, salgo todos los días a ayudar a mis padres, ellos por su edad son factor de riesgo y evidentemente soy la única de sus hijos que no tiene hijos así que les ayudo prácticamente todos los días… Y poca cosa más, estoy estudiando inglés, he acabado un master, estoy aprovechando para cocinar… tener un poco todo al día…. Nos ha tocado vivir algo que nunca pensábamos que nos pudiese ocurrir y lo estoy llevando bien.

P: Han pasado ya unas semanas, pero el tema sigue candente. ¿Cómo valora la suspensión de los Juegos Olímpicos?

R: Hay que pensar que la salud es lo primero, y tenemos que mimar mucho la salud de nuestros deportistas. No podíamos permitir que entrenasen en unas condiciones en las que pudieran coger el coronavirus. La suspensión por parte del COI quizá llegó un poco tarde, la gente estaba muy nerviosa, tenía un desequilibrio físico y emocional por no entrenar al 100%. Ahora que se han pasado al año siguiente da mucho tiempo para valorar y vivir esta crisis del coronavirus que a los deportistas afectan de un modo especial. Unos Juegos han de vivirse al 100%, si se hubieran hecho este año no iban a tener la repercusión mediática que requieren y sobre todas las cosas lo primero son los deportistas, su salud.

P: Los atletas también están sufriendo económicamente en estos días.

R: La crisis económica es para todo el mundo, pero los atletas la están viviendo con fuerza. No es un deporte que esté muy remunerado económicamente y requiere muchísimo esfuerzo y lo que se llama el entrenamiento invisible, que las horas que no estás entrenando o compitiendo tienes que estar al 100% pensando en el deporte y el descanso. Económicamente va a ser muy complicado, espero que pronto podamos volver a competir y que todo vuelva a la normalidad. El deporte al final somos, quizá los últimos de la fila y con razón. Primero van la educación y la sanidad y otras políticas, aunque el deporte es una política transversal que se debería mirar para tener un poquito más de apoyo.

P: En España muchas veces se tiene en cuenta al profesional del atletismo sólo en unos Juegos o en un Mundial. ¿Somos conscientes de lo difícil que es lograr una medalla?

R. Yo creo que la gente no sabe la repercusión que puede tener el atletismo. Es de los pocos deportes que son 200 países los países participantes, porque en todos lados se puede hacer atletismo. Es más, en una isla pequeña del Caribe salen los mejores velocistas del mundo. No es un deporte clasista, que elija lugares o etnias, sino que todo el mundo tiene cabida y conseguir una medalla en un Mundial o en unos Juegos es muy complicado. Pero se ha conseguido.

P: La suspensión de los Juegos Olímpicos hará que sea un año más, campeona de salto de altura. 

R: Cada vez que lo recuerdo es una sensación indescriptible. Es una sensación de haber conseguido junto con la persona que me acompañó al 50% durante 27 años la consecución del sueño, que primero fue conseguir estar en unos Juegos y fue creciendo hasta llegar a conseguir esa medalla tan ansiada por cualquier deportista. Nunca pensamos que en Río fuese el oro, somos unos privilegiados, me quedo con toda la competición pero sobre todo con el momento del final cuando ya éramos campeones olímpicos y salté al foso, trepé por la grada y le di un abrazo a Ramón Torralbo y en este caso ahí sí fue la fusión de la consecución del sueño.

P: Sin embargo, su primera medalla en los Juegos Olímpicos no pudo celebrarla en pista. ¿Cómo se puede frenar el dopaje?

R: Por desgracia existe. El dopaje va muy por delante del antidopaje, aunque ahora parece que se están equiparando. Te roban el momento más feliz de tu vida… consigues una medalla, subes al podium, tienes el aplauso del público y ves ondear tu bandera. En Londres, ahora lo puedo decir, salí con la sensación de que sabía que esa medalla iba a llegar. No puedes desconfiar de todas tus rivales porque no puedes vivir con la mosca detrás de la oreja, pero cuando sabes que es así, que ya están en una lista, es muy ingrato. Es la parte romántica, que te roben ese aplauso, pero también te roban muchas cosas, tu caché, la oportunidad de escalar a nivel mundial, en que te paguen más o menos… al final no deja de ser un trabajo y luchas día a día para conseguir lo máximo. Y cuando te lo roban por estas cosas es duro.

P: ¿Deben ser más duras las sanciones para los tramposos?

R: Al final les dan la oportunidad de estar con una suspensión de dos años y luego les dan la oportunidad de volver. Creo que es de ley que puedan volver y que puedan tener la oportunidad de ser lo que son gracias a su trabajo y no al dopaje. Después si vuelven a doparse de nuevo creo que hay que ser más duros. Depende del deporte, la situación o la sustancia que ya te suspendan a perpetuidad o te dan la oportunidad. Es ingrato y hay que dar la oportunidad a las personas, pero ya no se les va a mirar igual, como al deportista limpio por el que creo que todos debemos luchar.

P: Ha habido polémica con respecto al regreso del fútbol, para algunos, precipitado.

R: No tengo mucha opinión, pero lo primero que tenemos que hacer es respetar, que primero salgan los niños, que vaya saliendo poco a poco la gente, con mucha tranquilidad y coherencia. Y a partir de ahí vayamos introduciendo nuevas cosas. Sí me parece un poco precipitado que se juegue al fútbol, la distancia social del fútbol es complicada, las entradas, cuando vas a por un balón… Cuando están todos juntos sí es verdad que hay conexión entre un jugador y otro. Hay otros deportes que son más de contacto y en el fútbol también lo van a tener.

P: ¿Qué opina de que la Liga tenga tests y el Gobierno no?

Creo que es polémico y que son los propios futbolistas los que pueden dar su opinión. Los sanitarios están en primera línea de batalla y gracias a ellos están saliendo muchísima gente adelante, y creo que deben ser los prioritarios.

P: ¿Tiene Ruth Beitia ‘haters’?

Los tuve en su momento, ahora yo creo que ya no. Mi vida es tranquila, estoy dedicada por y para el deporte, en la Federación de Atletismo, en la universidad y en el club GoFit Athletics, que está trabajando en contra del coronavirus… Creo que ahora es muy complicado tener alguien que me pinche, mi vida es de lo más relajada y de lo anterior sólo voy a hablar de la parte deportiva.

P: Es considerada como una referencia en el deporte, sobre todo para las mujeres. 

R: Estoy muy orgullosa, porque no es tanto lo que hemos conseguido, hablo en plural porque yo era la imagen de lo que hacíamos Ramón Torralbo y yo. Pero me siento muy orgullosa de ser referente sobre todo para esos críos que aman el deporte, que sus padres también creen que el deporte deben formar parte de la educación. Si algo me gusta es poder ir a los colegios, a las escuelas deportivas a dar charlas… y contarles lo que he vivido, porque soy lo que soy gracias al deporte, el deporte me ha dado mucho más de lo que le podía dar yo y creo que debe formar parte de la educación de la persona.

P: Parece que sí hay una mismo tendencia con respecto al feminismo en el deporte, pero en otros ámbitos genera más polémica.

R: Sobre el deporte y el deporte femenino yo creo que hay que hacer hincapié en el deporte individual y el deporte grupal, de equipo. No se entiende la natación sin Mireia Belmonte, el badminton sin Carolina Marín o quizá el salto de altura o el atletismo sin Ruth Beitia. Pero lo que tenemos que hacer es sólo abanderar la igualdad, en el sentido de que somos deportistas, queremos que nos cataloguen como tal, llevamos nuestra bandera, nuestros equipos, igual que lo puede llevar alguien del sexo masculino, y lo que tenemos que tratar es la normalidad, que somos deportistas y que abanderamos nuestro deporte igual que un hombre.

Es verdad que aún hay mucha desigualdad entre los deportes de equipo y los deportes individuales porque las mujeres en los deportes de equipo están haciendo iguales o mejores resultados que los chicos y no tienen esa repercusión mediática o tienen esa brecha salarial aún y hace un poco de daño para la igualdad. ¿El feminismo? Pues yo creo que es igual que el machismo cuando estás tocando lados muy muy opuestos, pues al final donde esté el consenso y la igualdad es donde hay que moverse, y cualquier cosa que se abandere sin honor no es para mí algo que merezca la pena.